Campamento de solicitantes de asilo en Matamoros

A raíz de la nueva política estadounidense de asilo, los solicitantes deben esperar en México hasta su vista inicial por un juez, en lugar de poder permanecer en los Estados Unidos (el proceso conocido como “Remain in Mexico”). En Brownsville, desde fines de 2018 la Customs and Border Protection (CBP) aplica un sistema de cupos (metering), a lo que se añadió desde julio de 2019 los Migrant Protection Protocols (MPP). En Matamoros, la ciudad mexicana fronteriza, una parte de los solicitantes se han establecido en un campamento temporal en las inmediaciones del puente internacional Puerta México (puente Nuevo).

Solicitantes de asilo

Desde fines de 2018 los solicitantes tienen que esperar en Matamoros a que la CBP los procese y posteriormente su caso sea visto por un juez. Aunque es difícil determinar la cantidad y procedencia de los migrantes, dada su fluctuación, aparentemente la mayoría son originarios de Honduras, El Salvador y Cuba, y en menor cantidad Guatemala, Nicaragua, Venezuela y Colombia, e incluso de Camerún; asimismo, muchos de ellos son menores de edad. Por otra parte, de acuerdo a la lista en la que los solicitantes van anotándose (pegada en el cristal exterior de la oficina del Instituto Nacional de Migración, en Matamoros), en agosto de 2019 había más de 2,600 personas en espera.

No todas estas personas se instalan en el campamento; hay quienes rentan casa y se hospedan en hoteles. El crecimiento de la cantidad de personas acampadas ha sido paralelo al del número de solicitantes en espera. Mientras que en abril eran alrededor de 50 personas, en agosto el número oscilaba entre 300 y 500 (según el Instituto Tamaulipeco del Migrante) y para septiembre había más de 1,000 (según estimaciones de los propios acampados durante la visita de un grupo de estudiantes del Instituto Tecnológico de Matamoros).

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Reparto de comida en el campamento del puente Nuevo por parte de voluntarios (agosto 2019)

Campamento

En septiembre de 2019, el campamento está formado por cientos de tiendas de campaña y carpas (hechas de sábanas, mantas o alguna lona) distribuidas en las inmediaciones del puente internacional Puerta México (puente Nuevo), tanto dentro como fuera del recinto federal (ver Newsletter, núm.3/04). Las tiendas se destinan a dormir, descansar y guardar pertenencias; por el contrario, el campamento no contaba con instalaciones comunes, a pesar de las demandas de los acampados para disponer de módulos con baños y duchas. Comer se realiza, por lo general, en el espacio alrededor del edificio del Instituto Nacional de Migración; bañarse y limpiar ropa, en el río Bravo; y orinar y defecar, ya sea en el mismo río o en el área entre el río y el bordo de protección del río.

Los primeros solicitantes, durante el primer semestre de 2019, acamparon en distintos puntos a lo largo del río Bravo, entre el monte. Posteriormente, a raíz de la aplicación de los MPP en Browsnville, empezaron a instalarse algunas tiendas dentro del recinto federal del puente, en la pequeña plaza al lado de las casetas de cobro y frente de las oficinas del Grupo Beta de Protección a Migrantes: el 19 de julio había 7 tiendas y 8 de agosto ya sumaban 25. En septiembre el campamento se había ampliado considerablemente, dentro y fuera del recinto federal, a lo largo de la avenida Tamaulipas y del bordo de protección (paralelo a aquella vialidad), hasta la esquina con la calle Margaritas; asimismo, dentro del recinto, ocupaba también la plaza del asta de la bandera.

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Tiendas del campamento (agosto 2019)

Las actividades diarias básicamente se reducen a esperar: durante el día –coincidiendo con los meses de más calor– se trasladan a las orillas del río, para refrescarse; y regresan al campamento para comer y dormir en la noche. Sin embargo, a medida que se prolonga la espera, se han ido desarrollando otras actividades cotidianas, como ceremonias religiosas y clases para los menores (como “La Escuelita en la Banqueta”).

Restricciones y apoyo

Los solicitantes se han quejado de las restricciones impuestas por el Instituto Nacional de Migración (prohibición de utilizar sus instalaciones, como el baño y el comedor, y retiro de la lista donde se apuntan) y de la Guardia Nacional, que en julio cerró el acceso al río Bravo desde el interior del recinto federal del puente e intentó desalojar el campamento.

Dado que se encuentran en una situación de espera indeterminada, la mayoría de los solicitantes en el campamento no realiza ningún tipo de actividad remunerada, a la vez que cuentan con escasos recursos propios (o lo que consiguen de la venta de sus pertenencias). Ante esta situación, varias organizaciones civiles y religiosas les ofrecen ayuda y asistencia: donación de comida y agua potable, ropa, calzado, artículos de higiene personal, medicamentos, juguetes y tiendas de campaña, entre otros, así como actividades recreativas y educativas. Estas organizaciones proceden tanto de Matamoros como de Brownsville y de otras localidades de Tamaulipas y Texas, tales como United in Christ (Los Fresnos, TX), Team Brownsville, Angry Tías y Abuelas (Brownsville), Asociación Ayudándoles a Triunfar (Matamoros), la Iglesia Valle de Beraca (Matamoros) y grupos de estudiantes del Instituto Tecnológico de Matamoros (ITM).

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Vigilancia del campamento cercano al río Bravo por la Guardia Nacional (julio 2019)

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Versión en PDF: NewsletterBB-RGV_Vol 6_Num 22

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