Matamoros: Regularización de las colonias La Herradura y Ampliación Ricardo A. Basso

A fines de la década de 1990 varias familias ocuparon un predio en la ribera del río Bravo, las actuales colonias La Herradura y Ampliación Ricardo A. Basso, donde hoy habitan más de 300 familias. Los colonos tenían la esperanza que, con el paso del tiempo y el pago por la introducción de servicios, se legalizara su propiedad y se regularizaran los asentamientos. En esta dirección, los colonos informan que desde hace ocho años pagan el impuesto predial. A pesar de ello los habitantes de dichas colonias todavía no han logrado el proceso de escrituración de los terrenos.

Terreno

Se da la particularidad que los terrenos invadidos pertenecen a la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), ya que se trata de un antiguo brazo del río Bravo. Estos terrenos inicialmente eran parte de Estados Unidos, pero al cambiar el curso fluvial pasaron de facto a México, situación que se reconoció con el tratado fronterizo entre México y los Estados Unidos de 1970.

Al tratarse de un antiguo lecho fluvial, el lugar se inunda fácilmente. Los colonos en su momento elevaron el nivel de los terrenos, con lo cual la colonia se hallaría fuera de una zona de riesgo, lo que debería facilitar su regularización. Sin embargo, según el “Mapa de zonas inundables” del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), de 2013, las colonias se continúan inundando.

Protestas

Ante la ausencia de regularización, desde de mayo de 2014 los habitantes de aquellas colonias han intensificado sus reclamaciones. Sobre todo han presionado al Gobierno Municipal de Matamoros y al Instituto Tamaulipeco de Vivienda y Urbanismo (ITAVU) para que se arregle la serie de trámites burocráticos para la escrituración. Ante la falta de respuesta, en septiembre un grupo de 50 personas se manifestaron frente a la presidencia municipal de Matamoros y bloquearon los accesos.

Desde la Secretaria de Desarrollo y Bienestar Social del municipio se aclaró que no corresponden al gobierno municipal estos trámites, sino al ITAVU y a la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra (CORETT). Las autoridades municipales anunciaron que participan en el proceso, pero sin corresponderles la liberación de escrituras.

Negociación

Finalmente en octubre se realizó una reunión donde estuvieron presentes los residentes de las colonias afectadas, el titular del ITAVU y el Secretario del ayuntamiento. En la reunión las autoridades estatales y municipales dieron a conocer que los terrenos donde se asientan las colonias pertenecen a la CILA, por lo que este asunto está fuera de su competencia. Sin embargo, aseguraron que harán todo lo que esté a su alcance para gestionar ante la CILA, a la vez que prometieron a los residentes que los asesorarían si necesitan algún trámite ante cualquier autoridad.

El ITAVU dispone de toda la documentación correspondiente a las colonias y, según informó, está en “constante contacto” con la CILA. En opinión del subdelegado de ITAVU, el proceso será largo y tedioso, por tratarse de una situación bastante compleja, por la intervención de diversos agentes, y la antigüedad de la “invasión”. A pesar de ello, considera que es factible que esos asentamientos sean regularizados (por hallarse, supuestamente, fuera de una zona inundable, contar con servicios y pagar el predial) y sólo se requeriría la autorización de la CILA.

La CILA, por el momento, no ha hecho ninguna declaración pública al respecto.


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