En los censos de población el Rio Grande Valley, con una significativa proporción de población latina indocumentada, ha sido históricamente subcontado, debido a las propias dificultades que enfrenta dicha población y al miedo al uso de la información recabada. El próximo censo se llevará a cabo en 2020 y se teme que, a causa del clima político en el país y a determinadas novedades, el subconteo sea mucho mayor. Aunque por motivos diferentes, en las ciudades fronterizas mexicanas el subconteo también genera controversias (ver Newsletter, núm.3/10).
Censo
Estados Unidos realiza su censo cada 10 años, cuyos datos proporcionan información sobre la distribución y características de la población, y además sirven para a) determinar el número de escaños que tiene cada estado en la Cámara de Representantes y el número de jueces por condado y b) distribuir fondos federales a los gobiernos estatales y locales.
Para el Censo 2020, el U.S. Census Bureau está trabajando en la incorporación de varias novedades, para lo cual desde 2016 está realizando pruebas y ensayos; sobresalen dos. En primer lugar, la integración de distintos métodos y tecnologías para garantizar que toda la población de facto sea contada y para mejorar la recopilación y recuento de datos (que sea más rápido, preciso y confiable). En esta dirección se está apostando por el uso de la tecnología móvil, los datos geoespaciales y la auto-respuesta a través de Internet. En segundo lugar, se prevé incluir en el cuestionario nuevas preguntas, la más polémica de las cuales una sobre la ciudadanía, a petición del U.S. Department of Justice (DOJ) en diciembre de 2017.
Críticas y miedo a la deportación
El nuevo método propuesto despierta ciertas inquietudes. Así, por ejemplo, la organización civil Rio Grande Valley Equal Voice Network (RGV-EVN) señala que el uso de un sitio web será problemático en las colonias y otras áreas de bajos ingresos, donde el acceso a Internet es escaso (para otros rezagos ver Newsletter, núm.3/24 y núm.4/06). Ante las críticas, la Oficina del Censo aseguró que el cuestionario, además de ser accesible por Internet y telefonía móvil, continuará siendo aplicado por los métodos tradicionales: en papel y visitas personales.
Por otra parte, ante la actual retórica política xenófoba (anti-latina y anti-inmigración), las preguntas relativas al país de origen y, sobre todo, a la ciudadanía han generado mucho temor entre la población indocumentada. Como ya se ha puesto de manifiesto en las pruebas y ensayos, quienes se encuentran en situación irregular prefieren no responder el cuestionario, ya que creen que la Oficina del Censo compartirá la información con el U.S. Immigration & Customs Enforcement (ICE) y que será usada en su contra para ser deportados. Ante este temor, el DOJ aclaró que lo que necesita es un cálculo confiable de la población ciudadana en edad de votar, especialmente para aquellas áreas donde se alega o se sospecha de violaciones al derecho de voto.
Consecuencias del subconteo
Una y otra situación puede llevar a un notable subconteo. Según la National Association of Latino Elected and Appointed Officials (NALEO) y otras organizaciones latinas, en el Censo de 2010 no se contó el 2% de la población latina en Estados Unidos, muy particularmente a menores y adultos mayores dependientes. Para el Valle, el subconteo tiene graves consecuencias en especial una pérdida potencial de millones de dólares en fondos federales por una década. Según los cálculos de RGV-EVN presentados en febrero de 2018, por cada hogar no contado la región dejaría de recibir 100,000 dólares por año. Y como señalan otras organizaciones, como la propia NALEO, perder esos fondos tendría un impacto directo precisamente en las regiones con mayor número de población latina y de bajos recursos, en tanto que los fondos corresponden a programas gubernamentales para carreteras, educación, salud, etc.
Versión en PDF: NewsletterBB-RGV_Vol 5_Num 8
Bajo Bravo - Rio Grande Valley 