Protestas de la tribu Carrizo-Comecrudo a la construcción del muro fronterizo

Desde el momento en que el presidente Donald Trump firmó en enero de 2017 la orden presidencial para la extensión del muro fronterizo, en Rio Grande Valley ha emergido y se ha desarrollado un movimiento contrario a su construcción (ver Newsletter, núm.4/10, 4/28 y 5/17). A esta oposición se sumó, desde diciembre de 2018, la Carrizo/Comecrudo Tribe of Texas, cuyo posicionamiento y estrategia la distinguen claramente de las de otros colectivos. Con anterioridad, la tribu carrizo-comecrudo (Esto’k Gna, en su lengua) ya irrumpió de forma particular en la oposición a las terminales LNG del puerto de Brownsville (ver Newsletter, núm.4/02).

Oposición al muro… y a la frontera

Como los demás colectivos, la tribu carrizo-comecrudo se opone al muro por sus afectaciones, por la “devastación” que causará en la región, especialmente en cuanto a la división de tierras (campos agrícolas, ranchos, patios traseros) y de espacios naturales protegidos, la destrucción de patrimonio histórico y el bloqueo al acceso a aquellos lugares y al río Grande / Bravo.

Sin embargo, a diferencia de los demás, para la tribu no solo se trata de una lucha contra el muro, en tanto que infraestructura y transformación de los usos del suelo, sino una crítica a la idea colonial de la frontera y de los Estados-nación (Estados Unidos y México) y del capitalismo. La crítica surge del hecho que la formación de ambos Estados y de la frontera misma supuso la destrucción de los pueblos indígenas y la usurpación de sus tierras. Igualmente, de una forma mucho más clara que otros colectivos, se oponen a las políticas fronterizas de Estados Unidos y reivindican el derecho inherente de las personas a migrar.

“Build a village, save the Earth”

La oposición de esta tribu se materializa en el movimiento “Build a village, save the Earth”, basado en el establecimiento de una red de campamentos de resistencia a lo largo de la “así llamada frontera mexicano-estadounidense”. Desde estos campamentos se busca cuidar y defender los lugares que está previsto sean destruidos por el muro, ser testigos de la destrucción causada por su construcción y denunciar los daños, y ayudar a la formación de activistas contra el muro.

Hasta principios de abril de 2019 se han establecido 2 campamentos, y se ha intentado otros 2. El primero fue “Somi’sek village” en diciembre de 2018, en Floresville (cerca de San Antonio), que funcionó como campamento base para los preparativos del movimiento. El nombre, Somi’sek, se refiere a la tierra ancestral de los Esto’k Gna, que se extendía a ambos lados del río Bravo / Grande (Amahatau Mete’l), por Texas y Tamaulipas. El segundo, “Yalui village” (yalui, mariposa), se estableció en enero de 2019 cerca de Eli Jackson Cemetery, que se halla junto en donde se construirá el muro. El campamento está formado por unas 12 tiendas de campaña y dispone de un depósito de agua, una cocina, un comedor colectivo y baños; hay reunidas unas 10 personas, aunque durante los fines de semana llegan a ser unas 30. Además de la continua vigilancia por parte de la Border Patrol, en marzo hubo un intento de desalojo por parte de la policía del condado, y rumores acerca de un posible ataque nocturno por un grupo patriota (nacionalista estadounidense) a favor del muro.

Desde ambos campamentos se han llevado a cabo distintas acciones, especialmente marchas y protestas en contra del muro y los centros de detención de migrantes y para la defensa de los espacios afectados por la construcción (febrero y marzo 2019):

a) marcha hasta el Montezuma Bald Cyprus Tree, un árbol de 900 años en Los Ébanos;

b) marcha hasta el National Butterfly Center, en Mission;

c) protesta ante el lugar donde se celebraba el Rio Grande Valley Sector State of the Border Address, en Mission;

d) protesta ante las oficinas de Gideon Contracting LLC, una empresa contractada para la construcción del muro, en San Antonio;

e) marcha hasta Bentsen-Rio Grande Valley State Park, en Mission;

f) concierto de protesta en Los Portales Flea Market, Alton;

g) protesta ante el centro de detención de migrantes de Dilley.

Eli Jackson Cemetery

Una de las prioridades es la protección de los lugares sagrados para los indígenas, como Eli Jackson Cemetery. Se trata de un pequeño cementerio, situado cerca de Jackson Ranch, a 1 milla (1.6 km) del río, y donde están sepultados varios miembros de la tribu, así como los fundadores del rancho y varios veteranos de guerra. Con la construcción del muro, el cementerio podría ser arrasado para la construcción de un camino de 150 pies de ancho para el patrullaje de la BP.

Además del establecimiento de Yalui village, los activistas procedieron a la limpieza y embellecimiento del cementerio (retirada de la vegetación que cubría las tumbas, etc.). La familia propietaria del terreno les dio permiso para establecer el campamento, a la vez que se mostró de acuerdo con las acciones. Sin embargo, en abril, surgió una disputa por la propiedad, al aparecer otra persona que dice ser la propietaria legítima, y que se opone a la presencia de los activistas. Considera que el cementerio y el terreno donde está el campamento está siendo destruido y ensuciado por ellos, en lugar de mantenerlo a salvo.

Foto 1
Cartel de protesta en Yalui village
Foto 2
Yalui village; y el cementerio de Eli Jackson (al fondo a la derecha) (marzo 2019)
Foto 3
Marcha de protesta en National Butterfly Center (febrero 2019)

Mapa definitivo.png

Versión en PDF: NewsletterBB-RGV_Vol 6_Num 10

 

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