Reynosa: consecuencias urbanas del adeudo de la COMAPA con la CFE

Lo más habitual es que los usuarios de un servicio protesten por la mala calidad del servicio, como ocurre con el abastecimiento del agua (ver Newsletter, núm.8/18), pero en ocasiones también los proveedores protestan contra el prestador del servicio. Así, en junio de 2021 la ciudad de Reynosa se vio afectada por las consecuencias de un adeudo de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (COMAPA) con la Comisión Federal de Electricidad (CFE): la CFE le cortó el suministro eléctrico, afectando a las instalaciones de tratamiento y distribución de agua y, con ello, a los usuarios. El servicio se normalizó 2 días después, una vez alcanzado un acuerdo para saldar la deuda.

Deuda

En junio de 2021 el adeudo de la COMAPA con la CFE ascendía a cerca de 61M de pesos. La deuda data de 2014, pero a esa cantidad se fueron sumando recargos por incumplimiento así como impuestos. La actual administración municipal (2016-2018 y 2018-2021) intentó resolverlo: en 2018 se buscó un amparo legal para impedir a la CFE suspender el suministro eléctrico, y en 2019 la COMAPA y CFE firmaron un convenio por el que la COMAPA se comprometía a pagar 38M de pesos en 30 meses, de los cuales el gobierno municipal aportaba 13.8M. Sin embargo, durante la pandemia por Covid-19 la situación empeoró y la COMAPA empezó a retrasarse con los pagos. Con la pandemia se incrementó el impago de recibos por parte de los usuarios; de hecho, en junio de 2021 solo 29% de los usuarios estaba al corriente. A pesar de ello, la COMAPA no corta el servicio, a la par que los costos se han mantenido e incluso incrementado, como el pago de sueldos.

Corte eléctrico

Como ya ocurriera en 2018, en 2021 la CFE amenazó a la COMAPA con cortarle el suministro eléctrico. La CFE advirtió de cortes diarios de 4 horas (de las 8:00am a las 12:00pm), que se sucederían hasta que no se saldara la deuda. Después de varios meses, el miércoles 16 de junio la CFE cumplió la amenaza y cortó el suministro de energía, que se repitió el jueves 17.

El corte afectó todas las instalaciones de la COMAPA, incluido el acueducto Reynosa y la planta potabilizadora Pastor Lozano. Mediante este acueducto y la planta se abastece la casi totalidad de la ciudad, cerca del 70% de la población. El acueducto conecta el canal de Anzaldúas al canal Rodhe, y mediante una planta de bombeo (con 6 bombas que extraen 750 m3/s) (ver Newsletter, núm.2/09) se trasvasa agua de uno al otro. El Anzaldúas toma agua del río Bravo en la presa derivadora del mismo nombre, en la Bocatoma, mientras que el Rodhe conduce agua del río San Juan desde la presa Marte R. Gómez (el Azúcar); junto a este segundo canal opera la planta potabilizadora Pastor Lozano.

Usuarios afectados

Debido al corte eléctrico la capacidad de distribución y presión del agua se redujo, afectando a miles de usuarios. Aunque el corte eléctrico era en las mañanas, en algunas colonias la interrupción del abastecimiento de agua se alargó hasta en la tarde. De hecho, la COMAPA priorizó garantizar el abastecimiento de las colonias con mayor cantidad de usuarios al corriente, mientras que relegó las colonias con mayor adeudo, también como forma de presión para que pagaran los recibos. Ante el desabasto, la población tomó algunas medidas, como acumular agua en cubetas y adquirir y rellenar garrafones de agua para cubrir las necesidades básicas.

Las empresas también se vieron afectadas (por ejemplo, la falta agua en los baños), aunque inicialmente algunas pudieron continuar gracias a la reserva de sus tinacos y cisternas. Ante el desabasto las distintas organizaciones, como las agrupaciones en Reynosa de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), de la Cámara Nacional de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) y de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO-SERVYTUR), hicieron un llamado a las autoridades para que llegasen a un acuerdo y minimizaran las afectaciones a la población y negocios.

Soluciones

Ante esta situación el gobierno municipal y la COMAPA negociaron un nuevo acuerdo con la CFE. La CFE aceptó recibir un primer pago de 17M y el resto mediante pagos mensuales, hasta liquidar el adeudo antes del 30 de septiembre de 2021; es decir, antes no se produzca el cambio de administración municipal resultado de las elecciones de junio. Por su parte, la CFE aceptó restablecer el suministro y reestructurar el pasivo de 61M a adeudo histórico. De los 17M del primer pago, el Ayuntamiento se comprometió a aportar 14.6M; en esta dirección, el mismo 17 de junio el cabildo aprobó por unanimidad el subsidio, e inmediatamente se transfirió a la COMAPA y, a su vez, la COMAPA a la CFE. Paralelamente, la Comisión Estatal del Agua (CEAT) propuso a la COMAPA, como solución a medio plazo, aplicar medidas estrictas: corte del suministro a los usuarios deudores y recortes de personal.

Versión en PDF: NewsletterBB-RGV_Vol 8_Num 22

Redacción: Brenda Lezith Espino Avilés, Xavier Oliveras González

Diseño: Mario H. Rodríguez Palacios

Matamoros: propuestas de rescate del arroyo del Tigre y del Diablo

El arroyo del Tigre es un curso fluvial intermitente de unos 80 km de longitud cuya cabecera se ubica en el extremo sur de la ciudad de Matamoros y que, antes de desembocar en la laguna Madre, se bifurca en 2 brazos (el arroyo del Tigre propiamente y el arroyo del Diablo). Como otros arroyos que forman los brazos del delta del río Bravo / Grande (ver Newsletter, núm.8/02), éste funge de forma natural como canal de desfogue en caso de precipitaciones e inundaciones. La acción humana, sobre todo el crecimiento urbano, la invasión del lecho y la contaminación por la descarga de aguas residuales y los lixiviados del relleno sanitario, ha tenido impactos ambientales severos. Para contrarrestarlos, en los últimos 20 años se han presentado diferentes propuestas, más o menos desarrolladas, para rescatarlo.

Reubicación de las invasiones

A finales de la década de 1990 empezó a plantearse la necesidad de reubicar las colonias irregulares que invaden el lecho del arroyo, ya que éstas obstaculizan el desfogue de los flujos pluviales, incrementando así las inundaciones. De llevarse a cabo a) se mejoraba el flujo y b) se reducía el riesgo para las familias que ahí habitan. Sin embargo, hasta el momento la administración municipal no se ha atrevido a desalojarlas y reubicarlas.    

Represa

La primera propuesta para restaurar el arroyo del Tigre la formularon en 2004 Pronatura Noreste, Espacios Naturales y Desarrollo Sustentable (ENDESU), la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) y la Delegación en Tamaulipas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). El proyecto, que llegó a presentarse a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), buscaba tratar las aguas residuales vertidas al arroyo mediante la decantación natural y, con ello, mejorar el hábitat natural y poder usar las aguas tratadas como fuente de abasto. El proyecto se basaba en la represa de las lagunas Jasso y Saltillo, alimentadas por el arroyo del Diablo. Mediante una presa y un bordo perimetral de 1 m de altura se obtendría un cuerpo de 800 ha, donde se depositarían por decantación los sedimentos y la materia orgánica, mejorando con ello la calidad del agua. De esta forma se lograba a la vez a) aumentar el hábitat para aves y fauna acuática y b) proporcionar agua limpia para a las actividades agrícolas y pesqueras.

Propuestas vinculadas a la PTAR Oeste

Poco después, en 2005, la Junta de Aguas y Drenaje (JAD) de Matamoros inició un proyecto ambicioso en varias etapas para rehabilitar y ampliar los sistemas de agua potable y alcantarillado de la ciudad. Para ello contaba con el apoyo de la Comisión Estatal del Agua de Tamaulipas (CEAT), la Comisión Nacional de Agua (CONAGUA) y el Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN). El proyectó incluyó la construcción de 2 plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR): la Este, en operación desde 2008, y la Oeste, cuya primera fase concluyó en 2018. La PTAR Oeste se ubica al sur de la ciudad, al lado del dren Principal y cerca del arroyo del Tigre, y desde un inicio se contempló que el agua tratada pudiera alimentar el arroyo y así restaurar el ecosistema, a la vez que usar el arroyo para desaguar la ciudad en un menor tiempo durante la temporada de lluvias.

Ante la falta de avances, a lo largo de 2018 y 2019, varias asociaciones civiles, como Pronatura Noreste, la Asociación Civil Producción y Conservación del Tigre, la Asociación Agrícola Arroyo del Tigre y el Club Campestre El Saucito, entre otras, reclamaron que se acelerara el proyecto y que se derivara pronto agua de la PTAR al arroyo. Ante ello en 2019 la JAD anunció que iba a sumar esfuerzos con aquellas asociaciones para rescatar el arroyo, y detalló que una vez la PTAR entrara en funcionamiento se conectaría la planta con el arroyo para descargar aguas limpias. De esta forma se podría a) restaurar la flora y la fauna, b) recuperar el hábitat natural y c) beneficiar a las actividades del sector primario. Sin embargo, por el momento todavía no se ha realizado.

Otra represa

En 2021 la asociación agrícola del Arroyo del Tigre propuso de nuevo una represa para el almacenamiento del agua durante la temporada de lluvias y su aprovechamiento para el uso agrícola y ganadero, a la vez que para restaurar el hábitat natural del lugar. Para ello propone desazolvar el arroyo, construir una presa y un bordo en La Escondida, aguas abajo del ejido San Lorenzo, donde se separan definitivamente los arroyos Tigre y del Diablo antes de desaguar en la laguna Madre.

Promesas electorales

El rescate y restauración del arroyo también ha sido objeto de atención durante las campañas electorales municipales. Por ejemplo, en la campaña de 2010 el candidato por el PAN –vinculado a las asociaciones anteriores– presentó una propuesta integral para el manejo de las inundaciones, que incluía el rescate del arroyo como desfogue pluvial. Más recientemente, en la campaña de 2021, el candidato por Movimiento Ciudadano hizo una propuesta similar. Ambas propuestas se basaban en conectar los drenes Principal y de Las Vacas y estos a su vez con el arroyo del Tigre.

Versión en PDF: NewsletterBB-RGV_Vol 8_Num 20

Redacción: Brenda Lezith Espino Avilés, Xavier Oliveras González

Diseño: Mario H. Rodríguez Palacios

Reynosa: reivindicaciones vecinales por la gestión del agua

Entre los principales problemas que enfrentan las ciudades del Bajo Bravo, y de México en general, están los relativos al agua, en sus múltiples variantes: inundaciones, drenaje de aguas residuales y abastecimiento de agua potable (ver Newsletter, núm.2/16, núm.3/27, núm.5/20 y núm.7/25). La población afectada reclama soluciones a los responsables de los servicios, ya sea la administración pública o a las empresas privadas y, si bien los gobiernos locales han ido avanzando en su resolución (ver Newsletter, núm.1/29, núm.1/52 y núm.7/17), no ha sido suficiente. Ante la falta de soluciones y, a menudo, la ausencia de respuesta y la sensación de ser ignorados, la población hartada protesta públicamente. Reynosa ofrece varios ejemplos recientes, sobre todo en colonias y fraccionamientos periféricos.

A la administración y empresas constructoras

a) Abastecimiento: Hacienda del Sol y Puerta Grande

El fraccionamiento Hacienda del Sol ha sufrido continuos problemas de abastecimiento, especialmente en los meses de verano, derivados de fallas eléctricas en la estación de bombeo de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (COMAPA) y en la subestación eléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que la alimenta. Así, se quedó sin servicio en junio y julio de 2018, agosto de 2019, julio de 2020 y junio de 2021. Cada vez que ocurren los vecinos se ven obligados a comprar tambos y garrafones de agua para sustituir la falta de agua, y ante el desabasto, han exigido soluciones tanto a la COMAPA como a la empresa desarrolladora del fraccionamiento, Hogares SM de México.

La COMAPA, en abril de 2020, reemplazó la bomba de la estación de bombeo, pero a los meses se demostró insuficiente por las fallas eléctricas. Por su parte, en febrero de 2021 la empresa desarrolladora anunció que interconectaría las redes de agua potable de Hacienda del Sol y de Puerta Grande, un fraccionamiento colindante, a lo que sus residentes se opusieron de inmediato. Los vecinos de Puerta Grande argumentaron que la interconexión aumentaría el riesgo de desabasto para ellos; a la vez que señalaron que ellos, para evitarlo, habían instalado una cisterna adicional, por lo que recomendaban a Hacienda del Sol hacer lo mismo. Asimismo, solicitaron la intervención de la COMAPA para mediar el conflicto y evitar afectaciones en el suministro de agua para ambos fraccionamientos. A raíz de las protestas, la empresa desarrolladora detuvo el proyecto.

b) Inundaciones: Las Pirámides

Cada vez que llueve el fraccionamiento Las Pirámides se inunda, metiéndose incluso el agua dentro de las casas, y cada vez sus residentes solicitan soluciones, ya sea a la constructora, JAVER, o a la COMAPA. La empresa se lava las manos argumentando que no puede hacer nada y responsabiliza a la COMAPA; y la COMAPA manifiesta que la constructora no les ha entregado el fraccionamiento, por lo que ellos tampoco no hacen nada. Cansados de que nadie responda, en mayo de 2021, tras una fuerte precipitación, los vecinos protestaron con un bloqueo de la carretera Reynosa-San Fernando, frente al acceso principal al fraccionamiento. El bloqueo causó largas filas de vehículos en ambas sentidos, sobre todo en sentido a San Fernando, donde se ubica el Hospital General Regional del IMSS. Al lugar acudieron funcionarios del Departamento de Obras Públicas del Ayuntamiento de Reynosa para llegar a un acuerdo con los manifestantes, a la vez que la Dirección municipal de Protección Civil y Bomberos instaló bombas para desaguar el agua estancada en el fraccionamiento.

A la administración

a) Fugas de aguas residuales: Lomas de Villar

El fraccionamiento Lomas del Villar acumula una larga trayectoria de reivindicaciones. Años atrás protestaron para que la empresa constructora mejorara el abastecimiento de agua (ver Newsletter, núm.1/36); y más recientemente, en mayo de 2021, demandaron una solución a la problemática de 3 fugas de aguas residuales, que anegan varias calles desde hace 1 año. Las fugas se incrementan cada vez que llueve, dado que el drenaje pluvial y el residual no están separados. Hartos de no obtener respuesta de la COMAPA, en mayo los vecinos bloquearon la circulación vial del Libramiento Oriente para exigir la intervención de las autoridades. El bloqueo permaneció hasta que el representante de la COMAPA firmó un compromiso con la fecha en que se procedería a evaluar las causas y comenzar los trabajos de reparación.

b) Inundaciones: colonias aledañas al dren de las Mujeres

Por cerca de 20 años, los vecinos de las colonias Leyes de Reforma, Las Torres, Riberas de Rancho Grande y El Olmo han solicitado al Ayuntamiento de Reynosa que haga más profundo el dren para evitar los desbordamientos y, consecuentemente, las inundaciones (como ocurrió en junio de 2018). Como en otros casos, las reclamaciones solo han sido atendidas parcialmente, mediante la limpieza del dren (de residuos y de vegetación). En esta dirección, en mayo de 2021 el Ayuntamiento llevó a cabo limpieza periódica ante el inicio de la temporada de huracanes. Poco después de iniciarse las labores, los vecinos se percataron que el personal municipal estaba reduciendo la altura del bordo, en vez de elevarla. Ante ello acudieron al lugar para detener la obra y exigir al gobierno municipal que aumentara el caudal del dren. No se personó ningún representante de la administración, pero sí varios medios de comunicación, ante lo cual el jefe de la obra ordenó que se devolviera la tierra que eleva el bordo.

Versión en PDF: NewsletterBB-RGV_Vol 8_Num 18

Redacción: Brenda Lezith Espino Avilés, Xavier Oliveras González

Diseño: Mario H. Rodríguez Palacios

Rio Grande Valley: restauración del arroyo Colorado

La región de Rio Grande Valley está drenada principalmente por dos cursos fluviales, el río Grande / Bravo y el arroyo Colorado. El arroyo, cuya cabecera se encuentra al suroeste de la ciudad de Mission, tiene una longitud de 90 millas (145 km) y desemboca en la laguna Madre. Su cuenca tiene una superficie aproximada de 706 mi2 (1,828 km2) y cubre más de la mitad de la región. Mientras que el río Grande es la principal fuente de agua potable, el arroyo Colorado funge como canal para el alivio de las inundaciones y como canal de navegación del puerto de Harlingen (tráfico comercial, navegación recreativa y pesca), además de sus funciones ecosistémicas. Sin embargo, estas funciones se ven limitadas por la continua disminución del cauce, a causa de la acumulación de sedimentos y del crecimiento de la vegetación, ante lo que se apuesta por su restauración.

Disminución del cauce

Una de las limitaciones para el alivio de las inundaciones y la navegación es la escasa profundidad del cauce del arroyo (entre 2-13 pies / 0.6-4 m), cuando debería ser de 14-16 pies (4.3-4.9 m). La disminución se debe principalmente a 2 fenómenos: 1º, en varios lugares la vegetación ribereña estrangula las orillas y, 2º, en los puntos donde el movimiento del agua es muy lento, los sedimentos se depositan en el fondo. A causa de ambos la capacidad de descarga del arroyo disminuye: un estudio de 2018 de la International Boundary and Water Commission (IBWC) ponía de manifiesto que solo podía drenar a una tasa del 45% de su capacidad. La consecuencia de ello es el aumento del riesgo de inundación de la región, especialmente en su cuenca baja, desde Harlingen hasta la laguna Madre.

La navegación por el canal del puerto de Harlingen también resulta afectada. Debido al asentamiento de los sedimentos la profundidad en 2018 se había reducido por debajo de los 12 pies (3.7 m) mínimos necesarios para el tráfico seguro de barcazas oceánicas (para el transporte de gasolina, arena, cemento, fertilizantes, algodón, grano y azúcar).

Restauración de la capacidad de descarga

La última vez que se había dragado el arroyo fue en 2015, y en 2018 la IBWC recomendaba de nuevo dragarlo y limpiarlo de vegetación. La IBWC preveía 2 acciones principales para minimizar las inundaciones y restaurar la capacidad de descarga: a) crear una zona de amortiguamiento sin vegetación de 50 pies (15.2 m) de ancho a ambas orillas del arroyo, entre el puente ferroviario Union Pacific No.2, al suroeste de Harlingen, y el puerto (10 mi / 16.1 km), y b) dragar el cauce desde Harlingen hasta el puerto para incrementar la profundidad en 3 pies (0.9 m).

A los gobiernos locales de la cuenca baja, como el de Harlingen, las acciones les parecieron insuficientes. Por ello la IBWC les presentó en junio de 2020 otras acciones adicionales, que podían complementarse entre ellas: 1/ Almacenamiento fuera del cauce: no se aumentaría la capacidad de descarga, pero se construiría un vaso de 2204 acres (892 ha) al cual derivar y embalsar temporalmente el agua que no pudiera ser drenada; 2/ Eliminación de vegetación expandida: se aumentaría la capacidad de descarga mediante la expansión de la zona de amortiguamiento sin vegetación; y 3/ Eliminación de sedimentos: se aumentaría la capacidad de descarga por completo mediante un dragado más profundo en un tramo de 6.3 mi (10.1 km) entre Harligen y el puerto.

Finalmente, en octubre del 2020, los gobiernos locales apostaron por la combinación de las acciones 2 y 3. Si bien se trataba de la alternativa más intrusiva, consideraron que era la más necesaria para evitar las inundaciones y para garantizar la operación del puerto. Con respecto a este segundo objetivo, las obras se complementan con el dragado del canal de Port Mansfield (ver Newsletter,  núm.7/36), que inició durante el mismo mes. En noviembre, se iniciaron los trabajos previos.

Restauración del lago de Llano Grande

Paralelamente, a través del Arroyo Colorado Watershed Partnership (ACWP), en 2019 se inició un proyecto para restaurar el lago de Llano Grande, un cuerpo alimentado de aguas freáticas en la parte baja del arroyo. Originalmente el lago tenía una profundidad de 8-10 pies (2.4-3 m) y una anchura de 4.2 mi (6.8 km), pero en donde, con la reducción de la velocidad del arroyo, empezó a depositarse una gran cantidad de sedimentos hasta colmatarse casi completamente. El proyecto busca retirar los sedimentos y restaurar el lago, además de mejorar la calidad del agua. En julio de 2020 la ACWP recibió una ayuda de 100,000 dólares del U.S. Bureau of Reclamation para desarrollar los estudios previos.

Versión en PDF: NewsletterBB-RGV_Vol 8_Num 2

Redacción: Brenda Lezith Espino Avilés, Xavier Oliveras González

Diseño: Mario Rodríguez Palacios

Transformación de los campos de golf de Rio Grande Valley

En Rio Grande Valley proliferaron los campos de golf como recurso para la atracción de población de alto poder adquisitivo y Winter Texans (jubilados de los estados fríos de EUA) (ver Newsletter, núm.1/50). Muchos campos formaron parte de operaciones de desarrollo urbano: subdivisiones (fraccionamientos) y RV parks. Sin embargo, en los últimos 20 años el golf ha ido perdiendo aficionados y, ante la pérdida de rentabilidad de los campos, propietarios y gobiernos locales han buscado alternativas: desde su recalificación como suelo residencial y comercial hasta la participación pública para su mantenimiento. Los cambios, sin embargo, no han estado ausentes de oposición por parte de habitantes e usuarios. Este es el caso de los campos de Edinburg (ver Newsletter, núm.5/27) y más recientemente de Mission, Harlingen y Palm Valley.

Mission: Meadow Creek (Mission West) Golf Course 

Meadow Creek es una subdivisión de los años 1980, promocionada junto a un campo de golf de 18 hoyos. Ante los crecientes costos de mantenimiento y nulos ingresos, el campo permaneció en los últimos años en un estado casi absoluto de abandono. Por ello en 2016 la familia propietaria lo vendió a un inversor inmobiliario, quien poco después solicitó al gobierno de Mission su recalificación como suelo residencial y comercial, con el fin de vender parte de los terrenos y transformar el resto en un campo corto de 9 hoyos.

La propuesta generó un conflicto entre el propietario, el gobierno local y los residentes de la subdivisión, en buena parte Winter Texans. Por un lado, el gobierno acogió positivamente la propuesta, dado que la Ciudad resultaría beneficiada indirectamente. Por el otro, los residentes se opusieron, en tanto que el campo era parte de su espacio cotidiano y de su sentido de lugar; por el contrario, reclamaban al nuevo propietario que lo mantuviera en condiciones. Finalmente y después de varios debates y consultas legales, en febrero de 2019 el gobierno local aprobó la recalificación, con el compromiso de invertir la plusvalía en mejorar el drenaje de la subdivisión (después de que ésta se anegara completamente con las precipitaciones de junio de 2018; ver Newsletter, núm.5/20).

Harlingen: Tony Butler Golf Course

Desde 2013 el campo de golf municipal es deficitario (en junio de 2020 acumulaba pérdidas por 1M de dólares), a la vez que requiere mejoras (sistema de riego, vegetación, drenaje, etc., por valor de 3.7M). Ante esta situación el gobierno de Harlingen barajó distintas opciones y en julio de 2019 optó por recalificar el uso de una parte de los terrenos como suelo residencial y comercial, y venderlos. La propuesta afecta el campo corto de 9 hoyos, unos 30 acres (12.1 ha) (de un campo total de 230 ac / 93.1 ha), adyacente a la carretera Interestatal 69 y cuyo valor podría ascender a los 5M. Con ello, se reducirían los costos de mantenimiento y se cubriría el plan de mejoras, aunque se perdería la zona más popular entre los aficionados, especialmente Winter Texans.

La propuesta ha sido rechazada por habitantes e usuarios. Así mismo, se ha visto frenada por cuanto que el campo está blindado legalmente por una resolución de los años 1970, que impide su recalificación para otros usos. Para mayor disgusto del gobierno local, en junio de 2020 el equipo jurídico concluyó que la decisión de modificar aquella norma corresponde al conjunto de la población mediante un referendo, no al propio gobierno.

Palm Valley: Harlingen Country Club

Palm Valley y el campo de golf del Harlingen Country Club (HCC), un club privado, son inseparables: sin el campo no habría aparecido la localidad, que posteriormente se constituyó en municipio (incorporated). La interrelación entre ambos se manifiesta también en los sistemas de tratamiento de aguas residuales y de prevención de inundaciones. Para mutuo beneficio, establecieron un acuerdo de servidumbre perpetua mediante el cual la Ciudad puede utilizar los lagos del campo como reserva para descargar aguas tratadas y aguas pluviales a cambio de su mantenimiento. Atendiendo a este acuerdo, en 2019 el gobierno local puso en marcha un programa de mejora de la infraestructura municipal, que incluía el dragado de los lagos con una inversión proyectada de 4.4M.

Al proyecto se opuso un grupo de vecinos, organizados posteriormente bajo el nombre de Concerned Citizens of Palm Valley (CCPV), al considerar que no se trata de mejorar la gestión del agua, sino de embellecer el campo de golf. En este sentido entendían, el proyecto suponía un uso indebido de fondos municipales para beneficio de una empresa privada. Asimismo, señalan que el alcalde y otros miembros del gobierno local son socios del club, con lo cual estarían incurriendo en un conflicto de intereses. Por todo ello, la CCPV interpuso una demanda judicial, que en diciembre de 2019 la justicia rechazó, y ante la cual apeló en una instancia superior, pero que de nuevo en agosto de 2020 dictaminó en su contra.

Versión en PDF: NewsletterBB-RGV_Vol 7_Num 26

Redacción:    Xavier Oliveras González

Diseño:  Mario Rodríguez Palacios

Huracán Hanna (julio 2020): fallas en el control de inundaciones

A fines de julio de 2020 la cuenca baja del río Bravo / Grande resultó afectada por el huracán Hanna. Varias zonas se inundaran de gravedad, a la vez que el caudal del río aumentó, lo que hizo temer su desbordamiento. Aunque la infraestructura para el control de inundaciones (bordo de contención, vasos, cauce de alivio, etc.) lo evitó, localmente se produjeron algunas fallas. Entre estas destaca, en el lado mexicano, la inundación de una franja entre el río y la carretera federal Matamoros-Reynosa, a causa de la obstrucción del agua por la carretera, impidiendo que fluyera hacia el cauce de alivio y de ahí al mar. Ante la falta de actuación por las autoridades competentes, la población local rompió la carretera para desfogar el agua.

Hanna

El huracán Hanna (categoría 1) tocó tierra el 25-07 y siguió una trayectoria Oeste-Suroeste por el sur de Texas y el noreste de México, degradándose a depresión tropical el 26-07 y disipándose el 27-07. Alcanzó unos vientos sostenidos de un máximo de 150 km/h y provocó precipitaciones localmente intensas, en algunos lugares hasta 18’’ (457 mm) de lluvia. Esto provocó varias complicaciones: en Rio Grande Valley, daños y pérdidas materiales considerables en Port Mansfield e inundaciones severas en el área metropolitana de McAllen; en la región fronteriza de Tamaulipas, Reynosa fue la ciudad más afectada, con 45 colonias inundadas (incluido el hospital materno-infantil), 2 personas muertas y 200 desplazadas.

Crecida del río Bravo e inundación

A consecuencia de las precipitaciones, el caudal del río Bravo / Grande aumentó en los días siguientes. La principal preocupación fue el desborde del río, por lo que las distintas autoridades competentes, como las mexicanas Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), monitorearon su evolución. Si bien el río no se desbordó, los hechos pusieron de manifiesto varios problemas en la infraestructura para el control de inundaciones, como filtraciones y rupturas en el bordo y obstrucciones en los drenes.  

Una de las zonas afectadas fue el área rural aguas abajo de la presa del Retamal, donde se hallan algunos ejidos, poblados y ranchos, entre los cuales Nuevo Progreso, Veracruz y Progreso, Santo Domingo, y El Rosario. A la inundación provocada por las precipitaciones su sumó la creciente del río, agua que debería haber sido desfogada a través de los drenes bajo la carretera Matamoros-Reynosa hacia el vaso del Culebrón y de ahí al cauce de alivio. Sin embargo, los drenes resultaron insuficientes y la carretera actuaba como una presa. 

El continuo aumento del nivel del agua alertó a los habitantes de las distintas localidades, que temían que acabara anegando sus viviendas. Lanzaron llamados de auxilio a las autoridades, tanto locales (Delegación municipal de Nuevo Progreso, Ayuntamiento de Río Bravo) como federales para que, de una forma u otra, desfogaran el agua. Según los habitantes, no les ofrecieron ninguna solución, salvo recomendaciones por parte de Protección Civil para resguardar sus pertenencias y documentación en caso de evacuación.

Acciones: ruptura de la carretera

Ante esta situación, que los habitantes percibían de indefensión y desamparo, el 29-07 decidieron actuar por ellos mismos: cortes en la carretera para poder drenar el agua hacia el otro lado. Se trata de la misma solución que, en una situación similar, los habitantes ya tuvieron que aplicar en 2010 ante la inundación causada por el huracán Alex.

Así, hacia las 12:00 pm un grupo de afectados ocupó la carretera, en el km 053+050, cerca del ejido Veracruz y Progreso, y bloqueó el tránsito vehicular; únicamente se permitió el paso a los medios de comunicación y a algunos transportes de carga. Al lugar se presentaron la Policía Federal y la Guardia Nacional para desalojar a los manifestantes, advirtiéndoles que se trataba de una acción ilegal; también acudieron Protección civil, autoridades locales y representantes de la CONAGUA y Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), dependencia responsable de la carretera. Los afectados siguieron con lo previsto y alrededor de las 15:45 una excavadora empezó a romper el pavimento; y, finalmente, hacia las 18.00 empezó a fluir el agua.

Reclamaciones

En los días siguientes distintos actores locales exigieron a las autoridades federales soluciones. Por una parte, el sector agrícola (Sociedad de Producción Rural Falcón-Amistad, Asociación Agrícola de Río Bravo, etc.) lamentó que se pongan en riesgo los bienes y los residentes de la zona rural por falta de una planeación adecuada y de mantenimiento de la infraestructura; en este sentido se solicitó a la CAPUFE, CONAGUA y CILA un estudio con el objeto de habilitar la infraestructura idónea para evitar las inundaciones. Por otra parte, el sector comercial (Cámara Nacional de Comercio de Matamoros, etc.) exigió la reparación y reapertura inmediata de la carretera, dado que se trata de un corredor comercial estratégico, y que se contemplara la construcción de drenes. Ambos sectores coincidieron en denunciar que no se habían evitado los mismos errores que en 2010 y que no se había aplicado ninguna solución a largo plazo. Entretanto, la CAPUFE reparó la autopista y el 08-08 la reabrió a la circulación.

Versión en PDF: NewsletterBB-RGV_Vol 7_Num 25

Redacción:    Brenda Lezith Espino Avilés, Xavier Oliveras González

Diseño:  Mario Rodríguez Palacios

Reynosa: gestión de las inundaciones: construcción de un sifón hidrológico en el canal Anzaldúas

Uno de los principales problemas que enfrentan las ciudades del Bajo Bravo y de Rio Grande Valley son las inundaciones pluviales (ver Newsletter, núm.1/29, núm.2/16, núm.3/27, núm.5/20), que han ido resolviendo con la construcción de redes de drenaje (ver Newsletter, núm.2/22, núm.4/06). Como otros gobiernos municipales, el de Reynosa ha proyectado y ejecutado varias obras, siendo una de las más importantes la reciente construcción de un sifón hidrológico para el desagüe del sector nororiental.

Inundaciones

Desde su creación, las colonias del sector nororiental de la ciudad (Unidad Obrera, Loma Blanca, 16 de Septiembre, Ampliación 16 de Septiembre, 20 de Noviembre, Primero de Mayo, entre otras), han sufrido inundaciones cada vez que llueve. Una de las principales causas es el efecto barrera que ejercen el lateral del dren El Morillo y el boulevard Colosio, paralelos al canal Anzaldúas, pero situados a una mayor altura, lo que impide que el agua fluya hacia el canal. Así ocurrió, por ejemplo, con la intensa tormenta de fines de junio de 2019 (5.5 pulgadas), que afectó gravemente la ciudad, con 57 colonias inundadas, entre las cuales la Unidad Obrera y aledañas.

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Inundación en la colonia Unidad Obrera (junio 2019)

Sifón hidrológico

Inmediatamente después, el gobierno municipal se apresuró en anunciar el inicio de la construcción del sifón, contemplado en el programa de obras del año 2019. El sifón tiene por objeto desaguar el agua pluvial de las colonias Unidad Obrera y aledañas y descargarlas al canal Anzaldúas, y consiste en un túnel de 5 m de ancho por 1.5 m de alto, que conecta subterráneamente el final de la calle Niños Héroes con el canal por debajo del dren El Morillo, del lateral del dren y del boulevard Colosio. El proyecto contaba con una inversión de 19 millones de pesos procedentes del Fondo para la Infraestructura Social Municipal (FISM) de la administración federal.

Su construcción inició en agosto, un mes después de ser anunciado, con fecha prevista de conclusión en noviembre de 2019. Sin embargo, la obra se paralizó en 3 ocasiones y fue acumulando retrasos; finalmente concluyó en mayo de 2020. Según la empresa constructora, Foja Ingenieros Constructores S.A. de C.V., los retrasos se debieron a problemas relativos con la estabilidad del suelo y otros factores como las condiciones meteorológicas y la explosión de un ducto de gas como consecuencia de las obras (diciembre de 2019), por el cual tuvo que desalojarse el lugar y la población en 1 km a su redonda. Derivado de los retrasos, la obra también se vio de nuevo aplazada en febrero de 2020 con el inicio del riego agrícola, al aumentarse el caudal del canal Anzaldúas. La principal preocupación del gobierno local y de los vecinos fue que la obra no estuviera lista antes del inicio de la temporada de lluvias, en abril.

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Avance de las obras del sifón hidrológico (febrero 2020)

Precipitaciones

Desafortunadamente, no lo estuvo: en abril aún faltaba la construcción de las compuertas en las terminales del sifón, una con el canal Anzaldúas y otra en la calle Niños Héroes. Así, en la primera lluvia (14 abril), el caudal del canal Anzaldúas subió y el agua arrastró el tapón de arena que se había colocado e ingresó en el sifón, inundando con ello las colonias. El personal de la Secretaría de Obras Públicas municipal tuvo que actuar de emergencia para desaguar el sector, colocando un tapón de tierra nuevo más resistente en la terminal del sifón.

Con la obra ya terminada, en la siguiente lluvia (8 mayo, 39 mm) se comprobó su funcionamiento correcto, si bien los vecinos tuvieron que retirar la basura que iba acumulándose en la entrada del sifón y que amenazaba con taponarlo.

Otras obras pluviales

Además del sifón, en 2019 el Ayuntamiento de Reynosa ejecutó otras obras para disminuir las inundaciones en la ciudad. Durante el periodo 2016-2019 la administración municipal –bajo la presidencia de Maki Ortiz– construyó 17 drenajes pluviales, con una inversión total de unos 140 millones e pesos. En el programa de obras del año 2020 se tienen previstas otras 9 con una inversión de 57 millones de pesos; en su mayoría se trata de drenajes hacia los canales y drenes existentes (Rodhe, El Anhelo y Reynosa).

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Conclusión de las obras (mayo 2020)

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Versión en PDF: NewsletterBB-RGV_Vol 7_Num 17

Redacción:    Xavier Oliveras González

Diseño:  Mario Rodríguez Palacios

Sequía en la región fronteriza de Tamaulipas

Desde 2018 la cuenca baja y media del río Bravo (norte de Tamaulipas, de Nuevo León y de Coahuila) sufren una sequía persistente, declarada como emergencia por el gobierno federal a principios de abril de 2020. Además de la escasa lluvia acumulada, esta situación se ve agravada por la entrega de México a Estados Unidos de agua del río Bravo, correspondiente al ciclo 2015-2020, en virtud del Tratado de aguas de 1944 (ver Newsletter, núm.3/08). En la región fronteriza de Tamaulipas la escasez está afectando especialmente a la agricultura y la ganadería, sectores que reclaman medidas urgentes.

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Aguas internacionales México-Estados Unidos

Sequía

Como muestran los datos del Monitor de Sequía de México (MSM), la sequía en el Noreste de México se ha ido agravando desde principios de 2018, debido a una precipitación inferior y a una temperatura superior a los promedios. Aunque durante los periodos de noviembre-enero se reduce la intensidad, a partir de febrero la sequía se agrava. En esta dirección, según la última actualización del MSM, del 31/03/2020, el 34.7% del territorio del país tiene algún grado de afectación por sequía, condición que se concentra en las cuencas del golfo de México: ríos Bravo, San Fernando-Soto la Marina, Pánuco y Tuxpan-Jamapa, con un total de 400 municipios en sequía: en intensidad moderada (267), severa (93), extrema (38) y excepcional (2).

La región Fronteriza de Tamaulipas, que forma parte de la cuenca del río Bravo, se halla en sequía en su totalidad: en condición excepcional se hallan 2 municipios (Guerrero y Mier), 6 en extrema (Camargo, Díaz Ordaz, Miguel Alemán, Nuevo Laredo, Matamoros y Reynosa), 1 con severa (Río Bravo) y 1 en moderada (Valle Hermoso).

Impactos

La agricultura y la ganadería son de los sectores más afectados en la región por la escasez de precipitaciones y por el bajo nivel de almacenamiento en las presas. Desde 2018, y cada vez con mayor frecuencia, los productores de los distritos de riego del Bajo río San Juan (026) y del Bajo río Bravo (025) reclaman agua embalsada en las presas de Nuevo León y de Chihuahua. En esta dirección, por ejemplo, en octubre de 2019 se denunció que en Nuevo León se tenía la intención de disminuir el trasvase de la presa El Cuchillo a la Marte R. Gómez, lo que supondría un incumplimiento del convenio entre Nuevo León y Tamaulipas (ver Newsletter, núm.5/30). Asimismo, también a fines de 2019, se denunciaba que Chihuahua se retenía egoístamente el agua en sus presas (Madero, Boquilla, Granero).

Medidas

A fin de reducir los impactos de la sequía en Tamaulipas, en los últimos meses  la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) ha tomado algunas medidas. Después de realizarse en noviembre de 2019 el trasvase pactado de la presa de El Cuchillo, la CONAGUA trasvasó en febrero de 2020 otros 100M m3, ya que se encontraba al 75% de su capacidad. Con el trasvase se buscaba “garantizar el uso público urbano en las ciudades de Camargo, Díaz Ordaz, Matamoros, Reynosa, Río Bravo y Valle Hermoso”. Ante las quejas en Nuevo León, se aseguró que el suministro para el área metropolitana de Monterrey estaba garantizado.

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Presa La Boquilla, en el alto río Conchos, afluente del río Bravo

Más controversial fue el trasvase previsto de unos 1,000M m3 de la presa La Boquilla y de otros 100M m3 de la Granero, hacia la presa Falcón en Tamaulipas, con el fin de asegurar el riego en los distritos de la región fronteriza de Tamaulipas, y de entregar a Estados Unidos parte del agua adeudada. Según la CONAGUA a pesar del trasvase, se garantizaba el riego de los distritos de Chihuahua (Alto río Conchos, 113; Delicias, 005; y Bajo río Conchos, 090). Desde que se anunció, en diciembre de 2019, el gobierno del estado así como las comunidades locales y productores agrarios se opusieron. La tensión fue escalando, y en enero de 2020 los agricultores cerraron el acceso a la presa Granero, y en febrero tomaron La Boquilla, ante lo cual intervinieron el Ejército y la Guardia Nacional. Simultáneamente, los usuarios de los distritos del Bajo Bravo y del Bajo San Juan también presionaban a la CONAGUA para que trasvasara el agua.

Acuerdo de inicio de emergencia

Ante la creciente sequía, el 9 abril de 2020 la CONAGUA acordó el “inicio de emergencia por ocurrencia de sequía severa, extrema o excepcional en cuencas para el año 2020”. Con este acuerdo, la CONAGUA exhortaba a los titulares de concesiones de agua emprender las acciones preventivas y de mitigación previstas en el Programa del Consejo de Cuenca que les correspondiera. En Chihuahua, diversos sectores vieron el acuerdo de inicio con suspicacia, como una argucia legal para poder derivar el agua de los embalses del estado a Tamaulipas y a Estados Unidos.

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Protesta de los usuarios del distrito de riego Bajo Bravo (025) ante la CONAGUA (enero 2020)

Mapa actualizado

Versión en PDF: NewsletterBB-RGV_Vol 7_Num 11

Redacción:    Xavier Oliveras González

                     Apoyo: Eduardo Alejandro Rivera Gallegos

Diseño:  Mario Rodríguez Palacios

Reservas de aguas en Delta Area

La subregión de Delta Area, en el centro de Rio Grande Valley (al entorno de las localidades de Edcouch, Elsa, La Villa y Monte Alto), se configuró a partir de los años 1920 con el desarrollo de la agricultura de riego. Desde entonces depende de la disponibilidad de agua, cuya única fuente es el río Bravo / Grande (situado a unos 25 km al sur) y de su trasvase, almacenamiento y distribución a través de una red de canales. La mayor parte del agua se embalsa en el lago Delta, aunque el aumento de consumo (por aumento de la población urbana) y las crecientes sequías están requiriendo la mejora de la infraestructura, incluida la construcción de nuevos lagos de reserva.

Lago Delta

Se trata de un lago artificial al norte de Monte Alto, construido en 1939 como reserva de agua del río destinada originalmente al riego. La captación se realiza cerca del límite entre los condados de Hidalgo y Cameron, frente a Río Rico, México. El lago está dividido en 2 unidades conectadas, que en total suman una capacidad de 25,000 acres-pie (30 hm3) y una superficie de 2,370 acres (960 ha).

En los últimos 15 años el organismo operador, Delta Lake Irrigation District, ha llevado a cabo varias obras en el lago y el canal, con el fin de mejorar la gestión y conservación del agua, reducir las pérdidas (por evaporación y filtración) y los costos de operación y mantenimiento; algunas han sido financiadas por el Banco de Desarrollo de América del Norte (NADB) a través de los programas de cooperación ecológica binacional. En esta dirección, en 2018 se cubrieron 18 millas (29 km) de canales a cielo abierto, con un costo de 8 millones de dólares, con lo que se evita la pérdida de 6,000 acres-pie de agua (7 hm3).

Delta Lake Park

Además de su función agrícola, en el lugar rápidamente se desarrollaron actividades recreativas (baño, picnics, etc.) y se construyó un parque (Delta Lake Park). Sin embargo, en los años 1970 se detectó en el agua del lago una alta concentración de microorganismos (incluso murió una niña a causa de una ameba) y desde entonces está prohibido nadar (en un caso similar al acaecido en el lago de Donna; ver Newsletter, núm.5/31). El parque cayó en desuso, pero en 1997 con la intención de recuperarlo el Condado de Hidalgo lo restauró y renovó (instalación de mesas, parrillas para carne asada, juegos infantiles, etc.), y hoy las principales actividades recreativas son la observación de aves y la pesca.

Continuando con esta línea, en 2019 el Precinto 1 del Condado de Hidalgo (HCP1) inició un nuevo proyecto de embellecimiento (pintado, nuevas parrillas, etc.) en colaboración con los distritos escolares de Delta Area (Monte Alto ISD, Edcouch-Elsa ISD y La Villa ISD). Entre enero y marzo estudiantes y profesores pintaron las mesas y bancas.

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Delta Lake Park y, al fondo, el lago Delta

Nuevos lagos

Coincidentemente, en octubre de 2018 se inició la construcción de 2 nuevos lagos de reserva, uno por la North Alamo Water Supply Corporation (NAWSC) y otro por el HCP1 y el Hidalgo County Drainage District 1 (HCDD1). Ambos tienen por objetivo disponer de fuentes adicionales de agua potable para consumo y riego, especialmente en época de sequía, que permitan aliviar la demanda a los distritos de riego.

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Arranque de las obras de construcción de la nueva reserva de North Alamo Water Supply Corp. (octubre 2018)

El lago de la NAWSC, cuya construcción se preveía concluir en octubre de 2019, se ubica al lado de la planta regional de tratamiento de aguas de Delta Area, al norte de Edcouch. El lago tendrá una superficie de 60 acres (24.3 ha) y una capacidad de almacenamiento de 120 millones de galones (0.45 hm3). El agua se suministrará tanto a las explotaciones agrícolas y ganaderas como a las localidades de Delta Area y, en caso de necesidad, a Raymondville y otras del condado de Willacy. Su construcción forma parte de un proyecto más ambicioso para la ampliación de la infraestructura de almacenamiento, tratamiento y distribución de agua, que requiere una inversión de 46 millones de dólares (de los cuales 3 para la construcción del lago). El financiamiento procede del US Department of Agriculture y de CoBank, una de las principales entidades financieras de Estados Unidos para infraestructura rural y agronegocios.

Por su parte, el lago del HCP1 y HCDD1 (lago Delta Region) se está construyendo al norte de La Villa y tendrá una superficie de 224 acres (91 ha), para el almacenamiento del agua procedente del drenaje de las lluvias torrenciales e inundaciones. Su construcción constituye la 1ª fase del Delta Region Water Management Project, que incluye la construcción de otros dos lagos de reserva y una planta de tratamiento (fases 2ª y 3ª), con una inversión total de 94 millones de dólares.

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Arranque de las obras de construcción de la nueva reserva del Hidalgo County Drainage District 1 (octubre 2018)

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Versión en PDF: NewsletterBB-RGV_Vol 6_Num 27

 

 

Proyecto de represa del río Bravo / Grande en Matamoros-Brownsville

Desde los años 1960 está en proyecto una represa del río Bravo / Grande a la altura de las ciudades de Matamoros y Brownsville para su abastecimiento de agua potable en época de sequía. El proyecto aún no se ha conseguido materializar, a causa de varios obstáculos (impactos ambientales y sobre los derechos de otros usuarios, aumento del riesgo de inundación, elevados costos económicos, diferencias en las propuestas de cada lado, etc.). Después de varias dilaciones y reanudaciones, en 2019 se prevé que los trabajos de planeación se emprendan de nuevo.

Agua

El objetivo de la presa es satisfacer la creciente demanda de agua para consumo doméstico de Brownsville y Matamoros, en un contexto de crecimiento urbano y demográfico (de 84,997 y 238,840 habitantes en 1980 a 175,023 y 520,367 en 2016, respectivamente) y, además, de disminución de recursos hídricos (sequías, incumplimiento de la entrega de agua por parte de México) (ver Newsletter, núm.3/08). El embalse permitiría aumentar las reservas de agua de 10-45 días para Brownsville y de 2-25 días para Matamoros. Igualmente, el agua almacenada se destinaría a la agricultura de riego.

Proyecto

A fines de los años 1980 el Brownsville Public Utilities Board (BPUB) y la extinta Rio Grande Valley Municipal Water Authority (RGVMWA) presentaron un proyecto para embalsar los escurrimientos excedentes de este río y con el fin de abastecer la ciudad de Brownsville. El proyecto preveía construir la presa a unas 7 millas (11.3 km) aguas abajo del puente internacional Gateway / Puerta México, con una capacidad para almacenar 4,000 millones de galones (15,14 hm3). El costo estimado era de 40 millones de dólares.

El proyecto fue rechazado desde el primer momento por distintos actores locales. El sector agrícola temía la reducción de la cantidad de agua para riego y la vulneración de sus derechos sobre el agua. Como consecuencia, en 1993 la BPUB presentó una nueva propuesta con la mitad de capacidad (2,000 millones de galones / 7,57 hm3) y una altura de presa de 8 m. Por otra parte, el sector ambientalista y la U.S. Fish and Wildlife Service (USFWS) también se opusieron por la anegación de áreas naturales y la salinización de la boca del río al disminuir el caudal. En 2002 la USFWS rechazó el proyecto por la anegación de una tercera parte del área protegida de Sabal Palm Sanctuary, unos 16 acres (6.5 ha). Consecuentemente, de nuevo, en 2008 la BPUB presentó un nuevo proyecto con la presa aguas arriba del área natural protegida, a la altura de Southmost, Browsnville y Las Arboledas, Matamoros.

Colaboración binacional y transfronteriza

Dado que la represa es en el río Bravo / Grande, el proyecto debe ser autorizado tanto por la International Boundary and Water Commission (IBWC) como por la Comisión Internacional de Aguas y Límites (CILA). A lo largo de este tiempo, ambas agencias se han reunido en distintas ocasiones con los actores locales de ambos lados de la frontera para discutir el proyecto. Mientras que la IBWC apoyó el proyecto desde el principio, la CILA veló para garantizar los derechos de México y reducir los posibles riesgos para Matamoros. En este sentido, en 2007 la CILA ofrecía asumir la mitad de los costos de operación y mantenimiento de la presa, a cambio de distribuir en partes iguales el agua entre Brownsville y Matamoros.

En esta misma dirección, las administraciones locales de Brownsville y Matamoros colaboraron en algunos momentos, como en 2008, para la consecución del proyecto. Junto con la represa, ambas ciudades contemplaban la construcción de un centro recreativo y un paseo fluvial, tomando como referencia el Riverwalk de San Antonio. Sin embargo, en 2009, el gobierno municipal de Matamoros y la CILA se retiraron del proyecto, lo que generó desconcierto y enojo en Brownsville. Como respuesta se formó en Brownsville un grupo empresarial binacional (Brownsville Weir Joint Venture) dispuesto a asumir el proyecto, pero que no pasó de una declaración de intenciones. Las reuniones transfronterizas se reanudaron en 2013, sin éxito; y en 2019 la CILA anunció que se reemprenderían de nuevo.

En todo esto proceso, uno de los principales obstáculos ha sido la localización de la presa. Matamoros y la CILA rechazan la localización propuesta por Brownsville por cuanto que supone la elevación del nivel freático, lo que tendría un impacto en los edificios e infraestructuras de la ciudad (especialmente el sistema de drenaje de aguas residuales). Por el contrario, reclaman que la presa se sitúe aguas arriba del puente Gateway / Puerta México, a la altura del ejido El Juanillo.

Alternativas

A lo largo de este periodo, distintos actores han propuesto contemplar alternativas a la represa que garantizaran el abastecimiento de agua. Por ejemplo, en el marco de la “Laguna Madre Binational Initiative” (1999-2000) se propuso el tratamiento y re-utilización de agua no potable. Más recientemente, en 2018, la Comisión Estatal del Agua de Tamaulipas señaló la necesidad de reducir la dependencia del río Bravo / Grande para abastecer las ciudades fronterizas (Matamoros, Cd. Río Bravo y Reynosa), para lo que proponía trasvasar agua del río Soto la Marina mediante un acueducto. El problema de este proyecto es su elevado costo, estimado en 50,000 millones de pesos (2,500 millones de dólares).

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Lugar propuesto para la construcción de la represa, entre Southmost, Brownsville y Los Pinos, Matamoros (2008)

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Proyección la represa Matamoros-Brownsville (2008)

 

 

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Plano de la localización propuesta (2008)

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